viernes, 24 de octubre de 2014
CONFESIONES
Mientras la helada brisa
preñada de cristalinas gotas chocaban contra las hamacas, chinchorros,
cobijas, abrigos y pabellones...las voces contaban un poco de sus
pasados, cuando le tocó su turno; él, al fin pudo decir lo que calló
durante años: la ame muchisimo, fue mi primer amor; pero, la deje ir,
era demasiado fragil, demasiado joven...no merecia la vida que yo iba a
darle, y sin embargo estaría viva, si viviera conmigo...el silencio
guardo el duelo y las voces se apagaron....
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